Al mediodía de hoy, los promotores de la
revocatoria del alcalde Peñalosa (quien apenas lleva medio año en el
cargo) se manifestarán por primera vez en la calle. Marcharán entre el Parque
Nacional y la calle 90, en una jornada llamada ?La estampida?. Pero más allá de
la anécdota, será una oportunidad para tantear la fuerza de la movilización con
la que arranca ese proceso, el segundo que enfrenta Peñalosa después de que
también quisieron tumbarlo en 1999, durante su primera administración.
A quien le suene apresurado le interesará
saber que el grupo que la promueve comenzó a organizarse en noviembre pasado,
dos meses antes de que Peñalosa se posesionara. Leonardo Puentes, impulsor de
la iniciativa, admite que estaban predispuestos: ?Desde hace 16 años sufrimos
su primera administración. Sabíamos lo que iba a pasar con la ETB, el metro y
la reserva Van der Hammen?, dice.
Promotores. Este movimiento se ha
dividido en cuatro grupos:
1º Investigación (compara cómo está cambiando la ciudad una vez
comenzó el mandato);
2º Seguimiento (contrasta lo prometido con lo que está ejecutando);
3º Defensa (planea acciones puntuales de manifestación) y
4º Jurídica (prepara el andamiaje legal para sustentar la
revocatoria).
Fundamento. A su juicio, más fuerte
es que el plan de gobierno que el alcalde radicó ante la Registraduría el año
pasado como candidato no incluía la venta de la ETB. A eso le han sumado otras
apuestas como la de intervenir la Reserva y modificar el diseño del metro.
Legalmente, están pegados del artículo 65 de la Ley 134 de 1994, que establece
los mecanismos de participación ciudadana. Allí se indica que, entre los
motivos para justificar la revocatoria, no sólo cuenta el incumplimiento del
plan de gobierno, sino ?la insatisfacción general de la ciudadanía?.
Encuestas. Han revelado hasta ahora
que ese inconformismo se siente. La más reciente de Yahaas muestra que, en los
11 puntos por los que preguntó (desde gestión contra la delincuencia hasta la
de cultura) Peñalosa no ha generado confianza ante los ciudadanos. En marzo,
Gallup y Cifras y Conceptos hicieron los primeros cortes de cuentas. La primera
concluyó que el 55 % de los ciudadanos desaprobaban la gestión, mientras que en
la segunda osciló entre el 76 y el 91 % de desaprobación, dependiendo del campo
evaluado. Con ciertos anuncios y decisiones, el alcalde se ha ganado la malquerencia
de sectores como los vendedores informales, sindicatos, ambientalistas e
incluso de organizaciones de mujeres (ver recuadros).
Peñalosa tiene a su favor que, como apenas
empieza a gobernar, le queda tiempo para demostrar ejecuciones que calen de
forma positiva en los ciudadanos. Está por verse, por ejemplo, si la reciente
intervención en el Bronx favorece la imagen de su gobierno, aunque él asegura
que no está preocupado por las encuestas, sino por poner en marcha decisiones
que considera benéficas para la ciudad, por más que sean impopulares.
Lo que viene. Así, será una tensión,
por un lado, entre quienes se volcarán constantemente a las calles, y por el
otro, la puesta en marcha de un modelo de ciudad que, independientemente de que
guste o no, no pasará inadvertido ni siquiera para los más desinteresados de la
cosa pública, debido a la gran cantidad de cambios que propone. La ciudad ya
vivió un episodio similar en la primera administración de Peñalosa (1998-2000).
En 1999, su impopularidad alcanzaba el 85 % y enfrentó un proceso de
revocatoria que finalmente se cayó porque la Registraduría anuló la mayoría de
las firmas radicadas.
Firmas. Los actuales promotores
para iniciar el proceso deberán presentar mínimo 271.818 firmas, equivalentes
al 30 % de la votación que obtuvo el alcalde, como lo exige la ley. La
recolección de esos apoyos deberá comenzar en enero de 2017, un año después de
la posesión, y el plazo es de seis meses. En las urnas deberán votar, como
mínimo, 1?092.229 personas, y el alcalde será revocado si votan a favor unas
546.115 (la mitad más uno). Vale recordar que en el país nunca ha prosperado un
proceso de estos.
Recoger las firmas
es lo fácil. Lo difícil está en
lograr que la gente salga a votar. Para eso se requiere el respaldo de figuras
públicas y partidos que garanticen la movilización hacia las urnas. Hasta ahora
los promotores de la revocatoria han recibido el respaldo de movimientos como
Marcha Patriótica, la Unión Patriótica y Progresistas, este último con un
concejal: Hollman Morris. De la Alianza Verde, el representante a la Cámara por
Bogotá Inti Asprilla es el más activo.
Leonardo Puentes. El organizador, insiste
en que se trata de una iniciativa ciudadana, no tanto partidista, aunque admite
que los ligan, sobre todo, con el petrismo. Nada qué hacer. Él, por ejemplo,
también impulsó en el mandato pasado la campaña ?Petro no se va?, que defendió
al entonces alcalde de la revocatoria. Pero eso no le importa. Su pretensión es
ganar el mayor número de apoyos posibles para que le ayuden a oxigenar un
proceso dispendioso y largo. Eso también depende de los recursos que consigan.
El siguiente paso será crear una fundación para administrar el dinero. Ya
venden camisetas a $20.000.
Mujeres. El Distrito quedó en el
ojo del huracán luego de dar a conocer que, ante la demanda que presentó la
familia de Rosa Elvira Cely contra el Distrito, la Secretaría de Gobierno
argumentó en su defensa que el cruel asesinato fue ? culpa de la víctima?,
porque ? todos sabían que a Javier Velasco lo tildaban de maloso. No obstante
lo anterior, Rosa Elvira salió a departir con él?.
Tras el escándalo, el alcalde se mostró
indignado; Nayive Carrasco, directora jurídica de la Secretaría (quien emitió
el concepto) renunció a su cargo, y el Distrito pidió al juez que no se tuviera
en cuenta ese concepto. Sin embargo, las críticas arreciaron y hubo plantones
por grupos feministas.
Ambientalistas. La pelea comenzó desde
que el alcalde ratificó su idea de urbanizar la reserva forestal Thomas van der
Hammen, al norte de la ciudad. Mientras algunos hablan del valor ambiental de
esas 1.400 hectáreas, el alcalde ha dicho que son lotes indispensables para
hacerle frente a la expansión urbana de la ciudad. A quienes rechazan la idea
de urbanizar se han sumado científicos, académicos, concejales y congresistas.
Pese a que la coalición defensora de la reserva ha sumado adeptos, Peñalosa se
ha mantenido firme en su propuesta, pese a su alto cobro político,
especialmente, luego de saberse que algunos de sus funcionarios tienen predios
en la zona de protección.
http://www.noticiascolombianas.com.co/index.php/275320/se-cocina-la-revocatoria-de-penalosa/
Comentarios
Publicar un comentario